El Fondo para las Tecnologías Emergentes de California (California Emerging Technology Fund, CETF) se estableció como una corporación si fines de lucro conforme a las órdenes de la Comisión de Servicios Públicos de California (California Public Utilities Commission, CPUC) respecto a la aprobación de las fusiones de SBC-AT&T y Verizon-MCI en el año 2005. Como condición para la aprobación de las fusiones, AT&T y Verizon deben contribuir al CETF un total de $60 millones durante 5 años “con el fin de tener un acceso más rápido y eficiente de servicios y de banda ancha, particularmente en las comunidades carentes de estos servicios, mediante el uso de tecnologías emergentes para el año 2010”. AT&T contribuirá $9 millones por año y Verizon contribuirá $3 millones por año. La CPUC también ordenó que al menos $5 millones se destinen a proyectos de telemedicina.
La CPUC estipuló que el CETF debe fijarse como objetivo expandir la adopción y el uso de la tecnología de banda ancha, además de promocionar un acceso generalizado: “Entendemos que, sin las computadoras y sin los conocimientos informáticos básicos, ni la disponibilidad ni el acceso asegurarán el uso. La razón principal de la brecha digital es el poco uso. El CETF debe considerar la posibilidad de formar iniciativas de colaboración con sectores públicos/privados para desarrollar puntos de acceso comunitarios a la banda ancha que proporcionen ambos”.
La CPUC especificó la composición y el proceso para constituir la Junta Directiva del CETF de 12 miembros: 4 debían ser nombrados por la CPUC, 4 debían ser nombrados por las empresas (3 por SBC, de los cuales sólo 1 podía ser un empleado, y 1 por Verizon), y estos ocho debían nombrar a los 4 restantes. Los nombramientos deberían reflejar tanto la diversidad de California, como la pericia del sector privado, para lograr el uso generalizado de la banda ancha. Los nombramientos iniciales se realizaron en abril de 2006 y la Junta se constituyó completamente a fines de junio de 2006.